
FUENTERRABIA NUNCA FALLA.
A Fuenterrabía fuimos en autobús, a algunos el viaje se nos hizo eterno, allí fuimos a ver el entorno inconfundible, bares, restaurantes, comercios de calidad sin dejar de observar la bahía, el mar, los veleros y las bellas y bonitas casas en el barrio de La Marina, cada una de su color, una tradición que se mantiene de cuando los marineros pintaban sus casas con la pintura sobrante de los barcos.
Escrito por Miren y Luis